Los orígenes
Las fuentes antiguas hablan de un centro habitado fundado por Saturno sobre el Capitolio mucho antes del nacimiento de Roma, donde se habrían instalado los griegos llegados con Heracles y, más tarde, los descendientes de los troyanos que acompañaban a Eneas.
El cuento mítico sobre la presencia de un núcleo habitado en el Capitolio anterior a la fecha tradicionalmente fijada del nacimiento de Roma (753 a.C.) ha quedado confirmada con los testimonios arqueológicos, que han ido descubriendo en distintos lugares de la colina, prueba de la historia aún más antigua de Roma.
Materiales datados entre lo siglos XIV y VIII a.C. hallados a los pies de la colina, en el área sagrada de San Omobono, proceden probablemente de un hábitat situado en el lado sur de la cima del Capitolio.
Las recientes excavaciones en el Jardín Romano del palacio de los Conservadores también han sacado a la luz los restos de un asentamiento protohistórico, utilizado desde la edad media del Bronce (s. XV a.C.) hasta la edad del Hierro (s. VII a.C.) con tumbas de inhumaciones, posibles restos de cabañas y de hornos para trabajar el hierro.
Una sonda en el interior del Tabularium ha llevado a descubrir fragmentos de cerámica de la edad del Bronce y restos de un probable fondo de cabaña del siglo VIII a.C.
Se halló un depósito votivo arcaico, con cerámica en miniatura, hogazas y otras ofrendas votivas, en los años 1926-1927 en la manzana situada entre las calles del Capitolio, del Monte Tarpeo y la escalinata de Vignola.