Palacio de los Conservadores
La construcción del Palacio de los Conservadores, sede de la magistratura electa cuyo deber era administrar la ciudad, se inicio hacia mediados del siglo XV. El edificio se caracterizaba en su aspecto originario por un porticado en la planta baja y por las ventanas en forma de cruz güelfa en la planta noble, así como por una hilera de ventanas en el entresuelo.
Miguel Ángel rediseñó la fachada. Dividió la planta baja usando pilastras gigantes corintias colocadas sobre altos zócalos flanqueadas de columnas en el pórtico. Al igual que en el palacio Senatorial, una balaustrada con estatuas concluía la parte superior del edificio.
La transformación también afectó el interior del palacio, reflejada en la modificación de la distribución de las ventanas en la planta noble (el ventanal, mucho más amplio que el resto, es obra posterior de Giacomo la Porta y se inspira en el proyecto de Miguel Ángel).