Statua colossale di Costantino

La estatua, de aproximadamente una altura de 13 metros, fue creada a través de técnicas innovadoras de reconstrucción, partiendo de las piezas originales del siglo IV d.C. conservadas en los Musei Capitolini.

Con cerca de 13 metros de altura, la colosal estatua de Constantino (siglo IV d.C.) es uno de los ejemplos más significativos de la escultura romana de la Antigüedad tardía. De toda la estatua, redescubierta en el siglo XV en la Basílica de Massenzio, hoy sólo quedan algunos fragmentos monumentales de mármol, conservados en el patio del Palazzo dei Conservatori de los Musei Capitolini: cabeza, brazo derecho, muñeca, mano derecha, rodilla derecha, espinilla derecha, pie derecho, pie izquierdo.

A partir del 6 de febrero de 2024 se podrá admirar en el jardín de Villa Caffarelli la extraordinaria reconstrucción a escala 1:1 del Colosso en sí mismo en toda su grandeza. La obra se presentó por primera vez en Milano del 17 de noviembre de 2022 al 27 de febrero de 2023, con motivo de la exposición Recycling Beauty comisariada por Salvatore Settis y Anna Anguissola con Denise La Monica.

El Giardino di Villa Caffarelli, donde se ha colocado la reproducción del Coloso de Constantino, se encuentra en parte en la zona ocupada por el Templo de Giove Ottimo Massimo, que en otros tiempos hospedó la estatua de Giove, tal vez la misma de la que se esculpió el Colosso o, al menos, el modelo de su derivación. Los restos del templo son visibles hoy en el interior de la Esedra de Marco Aurelio.

El proyecto de reconstrucción de la estatua colosal de Constantino comenzó con un importante análisis arqueológico, histórico y funcional de los fragmentos, apoyado por la lectura de fuentes literarias y epigráficas.
Los nueve fragmentos de mármol de Pariana, hoy conservados en los Musei Capitolini, fueron hallados en 1486 en el interior del ábside de un edificio que en aquella época se creía que era el Tempio della Pace de Vespasiano, y que sólo a principios del siglo XIX se identificaría correctamente con la basílica de Massenzio, a lo largo de la Via Sacra. Se creía que pertenecían a una estatua del emperador Cómodo y, debido a su excepcional importancia, se colocaron en el Palazzo dei Conservatori durante la renovación del mismo, realizada según un diseño de Michelangelo entre 1567 y 1569. Los fragmentos sólo fueron identificados como un retrato colosal del emperador Constantino a finales del siglo XIX.
Un décimo fragmento, parte del tórax, hallado en 1951, está a punto de ser trasladado del Parco Archeologico del Colosseo al patio del Palazzo dei Conservatori, junto a los demás fragmentos.
El estudio arqueológico de los fragmentos ha permitido formular la hipótesis de que el Colosso estaba sentado y que fue realizado como un acrolito, es decir, con las partes desnudas de mármol blanco y el drapeado de metal o estuco dorado. Según un esquema iconográfico típico de la época, que asemejaba al emperador a una divinidad, Constantino está representado como Júpiter con la parte superior del cuerpo descubierta y el manto echado sobre el hombro; el brazo derecho sostiene el cetro con un largo asta y la mano izquierda, el globo terráqueo.

Al final del mes de marzo de 2022, un equipo de la Fundación Factum pasó tres días en el patio de los Musei Capitolini para examinar los fragmentos representados utilizando la técnica de la fotogrametría.
Cada fragmento se modeló en 3D y se posicionó en el cuerpo digital de la estatua creada utilizando como ejemplos iconográficos otras estatuas de culto de la época imperial en poses similares, incluida la estatua colosal de Júpiter (siglo I d.C.) del Museo statale Ermitage de San Pietroburgo, probablemente inspirada en el Zeus di Olimpia de Fidia, y la gran copia en yeso de la estatua del emperador Claudio, representado como Giove, en el Museo Ara Pacis.

La complicada operación de reconstrucción llevada a cabo por Factum tuvo en cuenta múltiples factores: el tipo de mármol de las partes originales, las restauraciones y los complementos; los detalles de los paños que faltaban y el aspecto del bronce dorado del que estaban compuestos; la relación entre la reconstrucción y los fragmentos supervivientes, el estado de éstos y su ubicación exacta. Una vez finalizado el modelo 3D de muy alta resolución, se procedió a la reconstrucción material del Colosso.
Resina y poliuretano, junto con el polvo de mármol, pan de oro y yeso, fueron los materiales elegidos para revestir las superficies materiales de mármol y bronce, mientras que para la estructura interna (originalmente quizá compuesta de ladrillos, madera y barras de metal) se utilizó un soporte de aluminio fácilmente ensamblable y desmontable.
El resultado final permite admirar, en una magnífica ilusión, el Colosso en su conjunto, en el que se distinguen visualmente las "costuras" entre las partes rematerializadas y las copias de los fragmentos originales en el patio del Palazzo dei Conservatori.

La reconstrucción digital del Coloso de Constantino