Transformaciones del siglo XIX
A finales del siglo XIX se produjo un notable incremento de las colecciones, tras la designación de Roma como capital de una Italia recién unificada (1870), con motivo de las excavaciones para construir nuevos barrios.
Para acoger la grandísima cantidad de material procedente de las excavaciones, se instalaron nuevas secciones de exposición en el Palacio de los Conservadores y se realizó contemporáneamente el Almacén Arqueológico Municipal, en el Celio, más tarde denominado Antiquarium.
Algunas esculturas encontraron ubicación en un pabellón de planta octogonal, la “Sala Octogonal”, construida en el jardín interior en el primer piso del Palacio de los Conservadores.
Esa época estuvo marcada por la abundancia y riqueza de las donaciones gracias a la generosidad de coleccionistas privados. Entre ellas destacan la Colección Castellani de vasijas antiguas y la Colección Cini de porcelana.
La Colección Capitolina de Medallas cobró vida en esos mismos años con la adquisición de importantes colecciones privadas y con los hallazgos numismáticos procedentes de las excavaciones urbanas.