Muros, calles y casas
Los llamados muros serviane rodeaban la colina desde el extremo noroeste hacia el Campo Marcio, subiendo por el Foro Boario cerca del Tíber, y hacia el Quirinal a través de las colinas que, más tarde fueron eliminadas por Trajano para construir su foro.
Se han hallado restos de los muros en afloramiento de la primera muralla del siglo VI a.C. y de bloques en toba de Grotta Oscura de la muralla del siglo IV a.C.
Se conocen los nombres de tres puertas de estas murallas, aunque su ubicación exacta no es segura: puerta Carmentalis (cerca del Tíber), puerta Flumentana (probablemente hacia el Campo Marcio ) y puerta Ratumena (hacia el Quirinal).
Desde el Foro Romano ascendía hacia el Capitolio, el Clivo Capitolino, la calle que solía usarse en ocasión de los cortejos triunfales de los generales victoriosos que acudían al templo de Júpiter Capitolino.
El tramo inferior ascendía desde los alrededores del templo de Saturno; el trazado central es muy inclinado y aún puede usarse para llegar del Foro Romano al Capitolio y viceversa.
En la calle que subía desde el Campo Marcio, en el profundo valle formado por las dos alturas del Capitolio, se han vuelto a encontrar restos: estaba flanqueado por edificios de toba y ladrillo articulados en dos plantas, con ménsulas de travertino para sostener los balcones, que aún se conservan bajo la plaza. Al resto de lugares de la colina se accedía a través de escalinatas: Centum Gradus, Gradus Monetae y Scalae Germoniae.
En el periodo imperial, el Capitolio estaba rodeado por numerosos edificios habitados, sobre todo en el lado noroeste y en las laderas. También se tiene testimonio de una casa con cinco plantas (insula) del siglo II d.C. que aún se conserva cerca de la escalinata Aracoeli.