Patio
Los dos pórticos contrapuestos y el amplio espacio abierto albergan notables ejemplos de escultura romana.
A la izquierda se encuentran dispuestos los restos de la decoración de la celda del templo del divo Adriano, con relieves que representan las Provincias del Imperio romano y trofeos de armas.
A lo largo de la pared derecha del patio, en la cual se han tapiado tres arcos de la primitiva estructura del siglo XV del palacio, se suceden fragmentos de una estatua colosal de Constantino procedente de la Basílica de Majencio.
El patio del Palacio de los Conservadores es un ambiente de gran sugestión por la presencia de monumentales elementos arquitectónicos y fragmentos de esculturas colosales antiguas.
Desde los orígenes de las colecciones capitolinas, como era costumbre en los palacios de la nobleza romana, se colocaron algunas de las más significativas obras antiguas recogidas en Campidoglio como testimonio de la grandeza de Roma.
Los arcos ojivales, aún hoy visibles en el lado derecho, permitían el acceso a un gran ambiente, el “estatuario”, destinado a acoger otras obras de arte antiguo.
El aspecto del patio en los primeros decenios del Siglo XVI, de tamaño reducido con respecto al actual, atestado por la presencia de numerosos hallazgos arqueológicos, se conoce por testimonios y dibujos de artistas de la época.
Con la renovación arquitectónica del Palacio de los Conservadores de la segunda mitad de 1500, fue construido un pórtico interno en correspondencia con la entrada del palacio, retomando los elementos arquitectónicos del exterior.
Algunas obras fueron transferidas en las salas del palacio, mientras continuaron conservándose en el patio los fragmentos de mármol de la estatua colosal de Constantino (306-337 d.C.), hallados en 1486 en la Basílica de Majencio en el Foro Romano.
La estatua representaba al emperador sentado y estaba construida con la técnica del acrolito: tenía de mármol sólo las partes desnudas, montadas en una estructura portante revestida por pliegues de bronce dorado y preciosos mármoles de color.
En 1720, el patio fue sucesivamente ampliado con la construcción, en la pared de fondo, del pórtico proyectado por Alessandro Specchi (1668-1729) para acoger un grupo de esculturas de notable importancia: la Diosa Roma y los dos Bárbaros prisioneros de la colección Cesi, adquiridos por el Campidoglio mediante el papa Clemente XI (1700-1721).
A fines del ottocento se colocaron en el patio los relieves con Provincias y trofeos de armas provenientes del templo dedicado al emperador Adriano divinizado, aún existente en la Plaza de Pietra. Los relieves representan las personificaciones de las Provincias sometidas al Imperio Romano en el periodo de su máxima expansión.
