Estatua de la “Venus Capitolina”
La escultura, de dimensiones un poco mayores del real, fue descubierta en las inmediaciones de la Basílica de San Vital en torno a los años 1667-1670, siendo adquirida y donada a las colecciones capitolinas por el pada Benedicto XIV en 1752. Se trata de una de las más conocidas estatuas del museo, objeto de una serie de réplicas algunas de las cuales partenecientes a colecciones internacionales. En un mármol preciado (probablmente pario) se representa a la diosa Venus-Afrodita que sale del baño desnuda, en recogimiento, inclinada hacia delante con los brazos que acompañan las curvas del cupero de fina osamenta, suave y carnoso, cubriendo a la vez el pecho y el pubis. La pierna derecha se halla flexionada hacia delanta, mientras la izquierda se apoya firmemente en tierra. La cabeza se inclina ligeramente hacia su izquierda, y presenta un tocado complejo a modo de rodete con un alto nudo en forma de lazo y mechones que caen sobre la espalda. La expresión del rostro parece indicar una "ausencia", conseguida psicológicamente mediante unos ojos pequeños y lánguidos y una boca menuda y carnosa. La Venus del Museo Capitolino ha definido el denominado "tipo Capitolino", del cual son conocidas hasta el momento nada menos que cien réplicas, y constituye la variante dela Venus pudica. Los estudiosos han discutido durante mucho tiempo acerca de la datación de la imagen de la diosa, con el fin así mismo de esclarecer la cronología de las copias. La Capitolina podría quizás considerarse una de las primeras y más fieles réplicas, probabilmente destinada - como todas las representaciones de este tipo - a decorar un complejo imperial de considerable refnamiento.
Opere del percorso
La sala
En el centro esta sala pequeña octagonal destaca la estatua de la Venus Capitolina, excepcionalmente bien conservada, inspirada en la Afrodite Cnidia de Práxiteles .